Una escritura que fue otorgada en Ania el 9 de Marzo de 1532, nos informa de una torre situada en Junguitu.
Al casar Julián González de Mendibil con juana de Ilárraza, su tía, Teresa fernández de Ilárraza, mujer de Lope Díaz de Junguitu, le entregó parte de una torre vieja en Junguitu, con entradas, salidas y pertenencias, y lindante con el "camino real".
Hoy en día pueden verse restos de esta torre en la casa nº 10, situada a la izquierda del camino Ilárraza-Junguitu, en la que todavía conserva un gran arco de medio punto, restos de pinturas entrelazados y encima un escudo curioso con las armas de los Ilárrazas en escusón.
El escudo es cuartelado. Lleva los blasones de los Guevera - panelas y bandas cargadas de armiños - en los cuarteles 1º y 4º, en el 2º y 3º muestra unas figuras singulares y la heráldica alavesa: una fuente y encima una luna creciente con tres estrellas. En el centro un escusón con las armas de los Miñanos, Arbulos, Doypas e Ilárrazas.
Sobre este, en dos escudetes, aparecen dos cabeza en actitud de acercarse una copa de vino a los labios, detalle único en la heráldica alavesa.
La ascendencia de los Landázuris en Junguitu se remonta hasta encontrarlos en el apellido Guevera. Don Matheo Ortíz de Landázuri, señor de la casa de Junguitu se casó con Doña Marta de Guevara y el hijo de aquellos, Juan ortíz de Landázuri nacido en Junguitu, se casó con Doña Isabel Larrínzar y Lazarraga.
En el segundo cuarto del siglo XVII, Don Juan Ortíz de Landázuri figura como señor de la Casa de Junguitu. Posteriormente se casó con Doña Ana María de Echáburu. Ambos fueron padres de Don Juan Francisco de Landázuri y Echáburu, señor de la Casa y Caballero de Alcántara.
Por esto se conservan en el escudo los blasones de los señores del palacio con las armas de Landazuri, Guevara, Larrínzar y Lazarraga.
Antiguamente debió de haber una torre medieval; el edificio actual está muy reformado y tendría su origen a finales del siglo XVI.
